Estos siete pares de pies sostienen el peso de siete mujeres. Están los pies de María. Mi hermana. Mayor que yo. Nos queremos mucho, mucho, pero nos lo decimos poquitas veces. Sus pies caminan con organización a la par de los de su marido, al cuidado de mi sobrina (también María).
- Algo que dice muchas veces: "mi linda"
Pino es mi prima. Mayor que mi hermana poquitos años. Han compartido muchos momentos entre ellas años atrás. Ahora siguen haciéndolo, aunque quizá menos. Los pies de Pino se han liberado desde hace cuatro o cinco años para acá. La vida le ha dado otra oportunidad. Y en eso está ahora, disfrutándola, exprimiéndola.
- Cuando le hablas te suele decir: "eh, claro!"
Tere es mi cuñailla. La mujer de mi hermano Isidoro. Sus pies ahora tienen alguna rozadura. A lo mejor es la manifestación de lo que antes no expresaba. Es una rebelde con causa. Una luchadora. Opina que aunque yo la pueda ver como una amiga, yo nunca podré ser amiga para ella. Porque siendo la mujer de mi hermano, ante sus cosas no puedo ser objetiva. Yo pienso que a lo mejor lleva algo de razón, aunque en realidad sé que si, que puedo serlo. Sea como sea, la quiero mucho y ella lo sabe.
- Últimamente acaba sus frases con :"vale!"
Isa es la novia de mi primo Pepe, a la vez primo de María, Pino y de Mika (de ella hablo más tarde). Sus pies son los de una mujer independiente según mi mirar. Creo (no lo conozco lo suficiente) que se mueve con paso firme en sus días, a pesar de que hace un año o dos tuvo un tropiezo en la playa y le costó una operación de tobillo.
- Nosé que coletilla tiene. Prestaré más atención la próxima vez que la vea.
Luzma es casi como una hermana para Mika. Y a la inversa. Se quieren mogollón. Sus pies por estos tiempos van a todo meter. El amor la tiene saltando. Me alegro muchísima por ella. La vida le ha dado golpes de los duros, pero a pesar de ello, siempre está riendo de manera escandalosa. La admiro por eso.
- Con frecuencia dice: "amigui, te quiero mucho"
Los pies de Mika tienen mucho aguante. Además de su peso me atrevo a decir que sostienen el mío (perdón por eso cariño, y a la vez, muchísimas gracias amor). Es mayor que yo cinco meses y ocho días. Eso es algo que cuando chiquititas decíamos a todo el mundo. Son tantas las cosas compartidas en 35 años, ya casi, casi 36, que me es dificilísimo sintetizar. Es mi prima genealógicamente hablando. Hermana de Pino. Pero la relación que nos úne va mucho más allá. Es mi prima del alma. Con ella he compartido y comparto todo lo que soy. Para hablar de mi relación con ella tendría que hacerlo en muchos "vaciando". Tal a vez a modo de resumen lo siguiente vale: "Un día, hace muchos años atrás, mirándonos a los ojos nos dijimos que ojalá que el día que tengamos que dejar esta vida, nos llegue la hora a las dos a la vez. Para no tener que pasar por el mal trago del dolor que supone esa despedida sin el consuelo la una de la otra. Para no tener que despedirnos. Sólo irnos. Sin duda fue una declaración de amor.
- Algo que dice a menudo: "el mundo está al revés"
Y luego están mis pies. Pienso que necesito soltarlos más. Quitarles freno. Les he metido más peso del que se merecen. Pero ahí están, dando pasitos...poquito a poco.
- Lo que repito al terminar las frases e intento quitarme, es el molesto: "sabes lo que te digo?"
Y hasta aquí la historia de los siete pares de pies, que de vez en vez se reúnen para decirse: "el mundo está al revés, vale! pero sabes lo que te digo amigui? que te quiero mucho mi linda. - Eh, claro! -"
