domingo, 28 de junio de 2009

UN SOPLO DE AIRE FRESCO


Hace poquito decidí abrir una ventana. Me costó abrirla porque hacía mucho tiempo que andaba cerrada. Algunas veces que hubo alguna persona que tocó en ella, yo abría la contraventana, tan sólo miraba pero no veía o tal vez no quería ver. Entonces volvía a cerrar la contraventana y ya. Esas fueron pocas veces, no obstante, mi ventana seguía cerrada. Pero un día de éstos pasados, pasados ya algunos cuantos buenos días, ante una llamada a mi ventana, decidí mirar con un poco mas de detenimiento a ver que es lo que podía ver. Y ví. Y me dió algo de miedo. Porque el hecho de mirar un poquito mas requería que a su vez yo tenía que irme quitando capitas y capitas protectoras que me he ido poniendo a lo largo de mi vida cuando de repente he tenido que cerrar otras ventanas que en su día estuvieron abiertas. Y seguí mirando a través de la contraventana. Y después de ver un poquito mas, abrí entonces la ventana para poder ver mejor. Y entonces...entró un soplo de aire fresco a mi vida. Y cerré los ojos por unos instantes para sentir mejor las emociones que sentí al sentir ese aire fresco. Sigo mirando, sigo viendo, sigo sintiendo, sigo viviendo, sigo siendo...