lunes, 3 de septiembre de 2007

DEGUSTANDO RECUERDOS



Esta reflexión me vino hace un par de semanas a través de un helado de fresa. Ya me había venido de vez en vez al ver una fotografía, o al escuchar alguna canción, o al oler a alguien que se te cruza en la calle. Pero nunca a través de un sabor. Era el mismo sabor del helado de fresa de la infancia. He comido bastantes veces después helado de fresa, pero nada que ver. No de la misma heladora de entonces. Mi prima llegó esa tarde de domingo con una tarrina de helado de fresa y otra de turrón de la Heladora La Única. A la primera cucharada que me llevé a la boca, retrocedí como unos treinta años atrás. A la época en que éramos todos unos críos correteando en bañador por la avenida...y en el instante en que Felito llegaba con su gorra blanca, su carrito de helados y tocaba el cuerno, nos bastaba unos minutos (cuando nos lo permitían) en estar una fila de chiquititos pidiendo nuestro helado. Yo siempre lo pedía de fresa y coco. De hecho, lo que le dije a mi prima la pasada tarde de domingo -toda flipada yo por la emoción del recuerdo- fué: Y siguen haciendo el mismo helado de coco? Pués un sabor me llevó a asociarlo con el otro automáticamente.
Y es que es curioso como a través de los sentidos te llegan los recuerdos con tanta intensidad ¿no? O tal vez yo me alucino por nada, pero es que para mí lo del sabor es la primera vez que me pasa. Así como a través de la vista, al volver a algún lugar donde estuviste, o simplemente al mirar una fotografía puedes retroceder en el tiempo y sentir situaciones ya pasadas con fuerte intensidad en el presente. O igual al escuchar una canción, de repente te vienen flashes de etapas anteriores. O por ejemplo, cada vez que me cruzo con alguien que se ha lavado la cabeza con champú Flex, me viene el recuerdo de un verano en Fuerteventura. Y me traslado otra vez atrás y me veo en el "Cotillo" en aquel apartamento chiquitito que le prestaron a mi padre. Realmente era bien pequeño. Pero a través del gusto? No, con el sabor nunca antes me había pasado. (A ver, el comer algo ahora, que se yo, una marca de chicle mismo, que comías cuando pequeña y hace tiempo que no veías, y recuerdas la época en que lo comías vale. Hasta ahí nada de extraordinario). Pero recordar por el sabor desde... la emoción, desde el sentimiento, no desde la razón, no desde el pensamiento... eso no, eso para mí es nuevo.Y sin embargo, de todos los Recuerdos Sentidos a través de los sentidos , éste me transportó al ayer produciéndome una fuerte emoción, retrocediendo y reviviendo el momento intesamente.
Luego pensé que hasta hoy no me ha ocurrido a través del tacto. Y ahora pues...tengo curiosidad. Igual a alguien ya le ha pasado, quizá a mí también me ocurra un día. Me gustaría porque me intriga... En fin, por lo pronto un día de éstos me paso por La Única y me pido un helado de fresa y coco...ojalá el coco no me decepcione y siga manteniendo el mismo sabor a antes...ahora que ya es...unos cuantos años después.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues yo que recuerde...tampoco con el tacto de algo me ha hecho que reviva momentos de antaño. Y mira que me gustaría volver a revivir por ejemplo, cuando mi padre con sus pies me agarraba (y no es que no tuviera brazos, es que en mi casa de pequeña teníamos un único televisor grande en blanco y negro y donde único lo podíamos colocar era en el dormitorio de mis papás por lo que cuando veíamos por ejemplo "un dos, tres" lo hacíamos tumbados en la cama). Mira que me gustaría... como hecho de menos a mi papá